INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL
Las infecciones de transmisión sexual son una de las infecciones más frecuentes, pero por las que menos se consulta debido muchas veces a que se asocian a sentimientos de vergüenza por parte de los pacientes. Esto es un problema debido a que la falta de tratamiento genera una persistencia de la transmisión.
Entre las infecciones más comunes se destaca la infección por Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae, sífilis y herpes virus. La presencia de estas infecciones no siempre se asocia a presentación de lesiones visibles en los genitales, por lo que puede presentarse su transmisión aún estando el paciente asintomático. Una de las formas de conocer si se es portador de estos microorganismos es por la detección de ácidos nucleicos en flujo vaginal y por la medición de anticuerpos en sangre para el caso específico de sífilis y herpes.
La presentación de síntomas es variada. Puede presentarse secreción por la uretra, cambios en el flujo vaginal, presencia de vesículas dolorosas en los genitales y úlceras no dolorosas en el pene o en el cuello uterino.
El tratamiento de estas infecciones debe ser para los dos miembros de la pareja, ya que de no realizarse se presentará re infección.
Otra de las infecciones por transmisión sexual que tiene un gran impacto por asociarse al desarrollo de cáncer de cuello uterino es la infección por el virus del papiloma humano (VPH). Este virus tiene varios tipos, unos que desarrollan verrugas y lesiones parecidas a una coliflor (condilomas) y otros pueden desarrollar cáncer tanto de cuello uterino como de ano. La vacunación para este virus es una estrategia importante de prevención que se recomienda a mujeres y hombres menores de 26 años, por lo que se sugiere preguntar a su especialista para definir la necesidad vacunación.
